#ContextoNecesario: Burkina Faso, gobernado por una junta militar tras dos golpes de Estado en 2022, acaba de dar un paso atrás en derechos humanos. Su Parlamento aprobó un nuevo Código de Familia que incluye penas de 2 a 5 años de prisión + multas para prácticas homosexuales. En caso de reincidencia, extranjeros serán expulsados.
¿Por qué importa? No es un caso aislado. África concentra más de 30 de los 60 países que criminalizan la homosexualidad en el mundo. La ley se enmarca en una ola de discursos anti-LGBTIQ+ en el continente.
La voz clave: Amnistía Internacional tilda la medida de “retroceso alarmante”. Marceau Sivieude, director regional para África, alerta: “Genera discriminación y viola el derecho a la igualdad”.
Paradoja: El mismo Código incluye avances como la prohibición del matrimonio infantil y el consentimiento como base del matrimonio. Pero la criminalización de la diversidad mancha todo el texto.
Reflexión final: Mientras el mundo avanza en derechos, Burkina Faso elige la represión. ¿Hasta cuándo seguirá la comunidad LGBTIQ+ luchando por existir sin miedo?
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